- La gestión del tiempo y del control del entorno.
- Cómo se asumen las responsabilidades. Ausencia/exceso de las mismas.
- Cómo uno soporta cargas excesivas; son losas pesadas que impiden el movimiento.
- La gestión de la disciplina. Qué tipo de exigencias se experimentan o se imponen.
- Dónde pudo haber pérdidas dolorosas.
- Experiencias continuadas de sufrimiento mental y emocional, normalmente con carencia de libertad.
- Sentimientos de culpabilidad heredados.
- Conflictos con el padre y la autoridad.
- Tensiones de fondo, “de estructura” = huesos.
- Conflictos de relaciones personales = piel.
- Miedo a la muerte y a los finales.
Las vidas saturninas son exigentes, rudas, frías, sujetas a normas. Nunca se salen de lo correcto. Cada circunstancia debe tener su sitio y cada proyecto se desarrolla en sus partes, que deben encajar a la perfección, en su tiempo adecuado, ni antes ni después. Veamos un par de preguntas para la reflexión:
-¿Cuánta parte de la vida se puede vivir dentro del parámetro tiempo?
-¿Ello es vivir realmente?
Vivir dentro de Saturno implica construir realidades mundanas, palpables, mensibles, pero ¿significa ello que sean reales? Un edificio se ve mejor de lejos cuantos más pisos tiene pero, ¿implica ello que vaya a durar más años?
La ambición típica de Capricornio (Saturno es su regente) se enfrenta aquí a la pregunta: ¿qué será real cuando hayan pasado unos cientos de años?; ¿lo que perdura dentro del tiempo, también perdura fuera del tiempo?
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